16.9.07

Modus Operandi

“Nadie ha reparado en la relación entre el secuestro ocurrido hace una semana y los crímenes precedentes”, asegura sentado en su despacho el Teniente [...], encargado del caso de desaparición de la niña británica, Madeleine McCann. ¿Precedentes?, preguntamos con inmediato interés. “En efecto, es lógico que esta relación pase desapercibida al ojo no entrenado, pero para un profesional de la investigación los signos son clarísimos”. El Teniente da una lenta calada a su cigarrillo y examina nuestras miradas expectantes. “Como sabrán”, prosigue, “el modus operandi de los asesinos en serie es un patrón continuado en la actividad criminal, que facilita la intercepción de los culpables. Pues bien, en este caso, el modus está ahí, a vista de todos, aunque no sea fácil de percibir. Díganme, ¿Cuáles son las iniciales de la víctima?” En apenas un segundo las iniciales “M. M.” se configuran en nuestro pensamiento. “En efecto: M. M. Pues bien, hemos encontrado restos de M&M’s entre las pertenencias de la niña”. “Pero esto no tiene por qué significar nada...”, advertimos al hombre de ley. “Se equivoca. Eso es lo que ÉL quiere que nosotros creamos.” “¿Él?”, preguntamos, embargados por el nuevo y estimulante giro. “Aún no hemos llegado a esa parte. ¿Cuál es la característica de esta golosina? Lo indica la misma frase promocional: ‘Se derrite en tu boca, no en tus manos’. Obviamente, la deducción más inmediata sería una lectura de tipo sexual. Pero yo voy más allá.” ¿A qué se refiere?, inquirimos ya sin atisbo de cálculo periodístico. “Inversión de conceptos. Si lo contrario de la vida es la muerte, eliminando a la niña el delincuente buscaría encontrar el opuesto al significado del eslogan. ¿Qué es lo que desaparece en las manos, pero no en la boca? Sólo puede ser una cosa: el dinero.”


Durante un instante la duda nos atenaza. Adivinando nuestras reservas, el Teniente alza la mano: “Aún no he terminado. Una semana antes de la desaparición de la niña fue asaltado en una carretera cercana un furgón blindado con una fuerte suma en efectivo. En principio no había nada que relacionara el asalto con el crimen actual... hasta que examiné la matrícula del vehículo.” “¿Era MM?”, aventuramos. “No, por Dios bendito... ¿Qué clase de sinsentido sería ese? Era una matrícula antigua, anterior a las de la Unión Europea.” “¿Y bien?” “Una semana antes del asalto, un autobús de ancianos derrapó y cayó por un precipicio, con la consiguiente defunción de todos los ocupantes. ¿Adivina la relación? Yo se la diré: son los dos únicos vehículos con matrícula antigua siniestrados en la ciudad, en el último año.”

Un silencio insolente gravita sobre la habitación. “Veamos”, irrumpo. “Aun suponiendo que todo esto tuviera algún sentido, ¿a dónde nos conduce?” “Esperen, no termina aquí la cosa. En aquel autobús murieron 25 ancianos que se dirigían a una zona costera. ¿Entiende lo que eso significa? El asesino opera cada semana, cada siete días, y murieron 25 ancianos. ¿Cuánto suman 2 más 5? ¡Siete! Está claro que nos está dejando un mensaje. Y no sólo eso. Una semana antes, un tipo se suicidó tirándose desde...” “Oiga, yo no soy teniente de homicidios, pero todo esto me parece una solemne majadería.” El Teniente se repliega en su asiento, mostrando de nuevo un aspecto taciturno. “Interesante...", masculla. "De modo que, según usted, nada de lo que he dicho tiene ningún sentido." “Efectivamente", asevero. "Hasta ahora, nada de lo que ha mencionado tiene el más mínimo rigor. Tan sólo se basa en conjeturas absurdas y relaciones arbitrarias.” "Pues oiganme con atención", añade tajante. "Hoy hace exactamente una semana de la desaparición de la niña. Antes de que acabe el día ocurrirá un nuevo crimen, y el asesino dejará una señal inequívoca de su implicación en todos los hechos que he narrado. Si no me creen, esperen y verán."

Son sus últimas palabras. Le dejamos ensimismado en su despacho, y tomamos la furgoneta que nos lleva de vuelta a la redacción. Allí nos informan de que el Teniente […] se disparó en la cabeza minutos después de que abandonáramos la comisaría. Antes de comenzar la entrevista nos había enseñado el tambor de su pistola. Era de ocho balas.

Ahora sólo quedan siete.

29.8.07

11W


Dirección, guión y animación: Juanjo Iglesias
Voces: Juampe Rodríguez y Carlos J. Vives (Kinetika)

28.6.07

El consultorio del Dr. Menguele

Queridos amigos, sé que no necesito presentación, pero en consideración a los menos agraciados por el don de la cultura, he decidido transigir. Conocido en el mundo de la medicina por mis metodologías, soy famoso, entre otros motivos, por mi carácter precursor de cara a muchos de los actuales logros experimentales, como la clonación o el cruce genético. A pesar de mis innumerables y diversos hallazgos fruto del arduo esfuerzo científico, nunca llegué a ganar el Premio Nobel, debido a ciertos molestos asuntillos de política exterior. En todos los libros de Historia se data mi muerte en 1979, pero como podéis comprobar por mi presente texto, esto jamás ocurrió, merced a una de mis muchas y afortunadas invenciones que tuvieron su origen en mis experimentos en Auschwitz. A continuación les ofrezco la oportunidad única y preciada de una consulta médica con mi persona.

Julia – Pucela.

Querido doctor, soy una mujer felizmente casada y madre de un niño precioso. Soy muy dichosa con mi familia, pero de vez en cuando siento ganas de asesinarlos a todos. Se me pasa en seguida, pero no sé si es normal. Le pido consejo sobre esto.

- Querida Julia, bien es cierto que en esta sociedad que nos ha tocado vivir, la opinión sobre el asesinato está muy devaluada. No obstante, y por experiencia, puedo asegurarte que no hay forma mejor de ahorrar disgustos que un buen asesinato a tiempo. Imagina que tu hijo, en esa etapa tan difícil que es la adolescencia, empezara a frecuentar malas compañías para finalmente acabar en el infierno de la droga; o que tu marido, aburrido de tantos largos años de monótono matrimonio, acabara engañándote con su joven, atractiva y complaciente secretaria… ¿acaso no es mejor cerciorarse de que esto no ocurra jamás? No lo dudes: haz caso a tu instinto maternal, que tan sabias llamadas te hace, querida amiga.

Miguel Ángel – Salamanca.

Admirado doctor, soy un estudiante de bachillerato, y siento que nadie me comprende. Desde hace algún tiempo albergo el pensamiento de que si un día consiguiera explotar, podrían cambiar las cosas; no sé si me entiende... ¿Qué opina usted?

- ¡Ah, nada es comparable al audaz empuje de la adolescencia! Hay muchas mentes obtusas que cierran los ojos ante el verdadero progreso. Muchos se rieron de mis teorías sobre la experimentación con fetos humanos vivos en la atmósfera de Plutón, e impidieron mis diseños para el desarrollo de un ejército de muertos vivientes carnívoros... ¡Ignorantes! Mentes inquietas e inconformistas como la tuya son las que consiguen erradicar las injusticias del mundo. Sólo te recomiendo que dejes tus razones por escrito con anterioridad, ya que muy probablemente no puedas darlas cuando termine tu particular hazaña. No serías el primero en hacerlo: ¿sabías que “Mein Kampf” y el Nuevo Testamento son los dos libros más vendidos del mundo?

Mónica – Leganés.

Doctor, hace ya dos meses que me falta el período, y temo que al mantener relaciones con mi novio no empleáramos bien el método anticonceptivo. ¿Qué puedo hacer?

- En mi época en Auschwitz la respuesta era bien sencilla: 70 centímetros cúbicos de corrosivo intrauterino, y si tras esto la madre aún seguía con vida, se le extraían los ojos para el muestrario y se la arrastraba con un gancho hasta el horno crematorio. Por desgracia, hoy todo ha cambiado bastante.

Alfredo – Zaragoza.

Doctor, me temo que padezco algún tipo de trastorno. De un tiempo a esta parte siento la necesidad de seguir a señoritas con un cuchillo escondido en la gabardina. No es más que una fantasía algo tétrica, ya que jamás ha ocurrido ninguna desgracia, pero en ocasiones me preocupa. ¿Qué puedo hacer al respecto?

- Dilecto Alfredo, te obsequiaré con las mismas palabras que Herr Goebbels me recomendó cuando nos presentaron: “No has de sentirte culpable por tener esos sentimientos tan sutiles”. Antes al contrario, creo firmemente que deberías darles rienda suelta, aunque cambiando tus objetivos, siempre que sea posible. Perseguir a señoritas no está mal como pasatiempo… ¿pero por qué no convertir tu tendencia en algo útil a la comunidad? Hay otros sectores de la sociedad mucho menos necesarios, cuya desaparición podría satisfacer la resolución de tu “pequeña fantasía”… ;)

Isaac – Toledo.

Doctor, desde hace 3 ó 4 días siento fuertes dolores de cabeza. ¿Debería preocuparme?

- Estimado Isaac, parece bastante claro que vas a morir. No obstante, aún puedes hacer un servicio a la ciencia presentándote en mi clínica. Tengo un compuesto ácido para cambiar el color del cerebro humano que deseo probar desde hace tiempo, y no encuentro ocasión. ¡No lo dudes, este es tu sitio! A propósito, si tienes hijos también puedes traerlos.

Hasta aquí el consultorio del doctor Menguele. Si deseas ser aconsejado en futuras ediciones, no dudes en remitir tu consulta al correo: jmenguele@gmail.com

3.6.07

Las abuelas

Querido amigo nuestro, que lo es. Hoy le extraemos de su esforzada rutina para hacerle reflexionar sobre un tema primordial: Las abuelas.

¡Ah, qué sería de nosotros sin las abuelas! Esas adorables ancianas que depositan en nosotros su afecto generoso, sus arraigadas conductas de entrega, su persistente vocación de maternidad…

Las abuelas están muy bien, qué duda cabe. No obstante, nunca se han caracterizado por ser un regalo para la vista. Aún en las oxidadas cajas de latón podemos encontrar multitud de fotografías que dan fe de su ya perdida juventud, pero incluso en éstas su lozanía suele hallarse encorsetada, escondida tras los espesos ropajes propios de un pasado deprimente y oscuro.

¡Hoy, nuestro equipo de especialistas puede hacer su sueño realidad! Gracias a los últimos avances en cirugía estética, usted puede contemplar actualmente a su abuela en el esplendor de toda la juvenil exuberancia que atesoró en sus tiempos. Tan sólo necesitamos una foto de aquel período, y en apenas unas horas convertiremos a su abuela en la señorita estupenda que en su día fue. Comprueben con sus propios ojos dos de nuestros flamantes casos:

Doña Ricarda era una señora resignada. “Nunca pensé que volvería a lucir este cuerpo que Dios me ha dado”, enuncia, transida de evocadora nostalgia. “Pero gracias a mi nieto, aunque no estoy en edad de merecer, he vuelto a ser guapa moza… ¡hasta los zagales me piropean por la calle!”

El caso de doña Esperanza no es menos portentoso: “Hay que ver lo que son las modernidades”, sentencia casi incrédula. “¿Quién me iba a decir a mí que a mis 84 años iba a ser la envidia de las veinteañeras de mi pueblo? A todas les quito el novio, ¡me lo paso de bien! A propósito, ¿quiere un caramelito de menta?”

¿A qué espera para hacer de su abuela una belleza de las de antes? Llámenos ahora y pida cita en cualquiera de las sucursales que mantenemos abiertas en todo el territorio nacional.

Y recuerde siempre que su abuela también fue mujer.

12.4.07

Un tipo auténtico


Érase una vez un tipo auténtico.

No era educado. Solía comer con la boca abierta y estornudar aparatosamente, sin pañuelo. En ocasiones hacía las dos cosas a la vez, con resultados de evidente y desastrosa repugnancia.

Pero era un tipo auténtico.

No era amable. Si un ciego le pedía ayuda para cruzar un semáforo, le dejaba sin compañía a la mitad del trayecto. Si una ancianita se interponía en su camino, la apartaba de un empujón y una vez en el suelo normalmente la pateaba con ferocidad. Si esto ocurría en un callejón solitario no se privaba, por último, de orinarle en la cabeza.

Pero era un tipo auténtico.

No era limpio. Jamás se lavó las manos tras sus incursiones en lavabos públicos. Su olor corporal era realmente desagradable. Su indumentaria, bochornosamente hortera.

Pero era un tipo auténtico.

No era fiel. Engañó a todas sus parejas. Frecuentaba clubs de alterne sin remordimiento alguno. Era tan infiel que no se conformaba con engañar a sus novias, sino que llegaba incluso a engañar a las putas.

Pero era un tipo auténtico.

No era solidario. En una ocasión le pidieron una firma para salvar de la leucemia a un niño recién nacido. Tras conocer que la suya era la última necesaria, se hizo por la fuerza con las anteriores y las destruyó en el acto. Posteriormente adujo: "Así no tendréis que buscar más."

Pero era un tipo auténtico.

No era equilibrado. Solía masturbarse con el retrato de su madre muerta. Ver números cómicos con enanos le provocaba indefectibles erecciones. Solía vérsele cerca de guarderías y colegios de primaria, magreándose la entrepierna sin ningún tipo de disimulo. En una ocasión se hizo pasar por el padre de una niña mongólica y cuando la conducía a las afueras de la ciudad fue interceptado por la policía.

Pero vieron que era un tipo auténtico, y lo soltaron.

14.3.07

La forja del cineasta

Muy señora nuestra:

Sentimos comunicarle que la solicitud de ingreso de su hijo ha sido rechazada una vez más por el Comité de Admisión de nuestra Escuela de Niños Prodigio.

Tras someter a su hijo a continuados y rigurosos tests de talento, hemos llegado a esta triste pero inevitable conclusión. Créanos que lo sentimos. Así pues, le rogamos que cese en sus requerimientos, puesto que sólo consigue ralentizar nuestra labor. Ni su niño es un genio del ajedrez, ni su niño es un superdotado literario, ni su niño tiene un don para las matemáticas, ni su niño nada de nada. Para tener acceso a nuestro centro se exige un mínimo de cinco idiomas no nativos, y él apenas domina el español. Cabe destacar de la misma forma que, dejando a un lado su radical rechazo a todo lo que suponga disciplina, este sujeto no presenta ningún tipo de sensibilidad hacia entornos inmediatos, materiales o abstractos: aborrece la lectura y su única forma de comunicación está basada en la violencia. Asimismo, sus cualidades motrices y vocales son extraordinariamente deficientes para tratarse de un individuo de 34 años.

Haga el favor de asumir que su primogénito es tan mediocre como permite el umbral del retraso mental leve. Imagínese por un instante que todas las madres de individuos mediocres pretendieran ingresarles en nuestro centro. Sería un caos, y nuestro prestigio tendría las horas contadas. Le aconsejamos, pues, que se enfrente a la realidad y sea consecuente. Su hijo jamás supondrá para la humanidad más que un cúmulo de tejidos con estructura bípeda que vivirá y morirá en el más absoluto anonimato, en el mejor de los casos ejerciendo un trabajo gris que podría llevar a cabo cualquier otro.

Confiando en que tenga en cuenta nuestras recomendaciones, le saluda atentamente

El Director del Centro.

ESE MISMO DÍA...

26.1.07

Interviú


Para personajes con un ego como el mío, no resulta nada difícil conceder entrevistas, más aún cuando las propone una página web de gran reconocimiento en el mundo del cortometraje nacional. Como bien sabrán, la publicación de un cortometraje de mi autoría en el prestigioso Notodofilmfest ha supuesto una decisión afortunada, a juicio de toda aquella persona que ostente un mínimo de buen gusto, de ahí que alguien haya decidido conocer los entresijos de mi innegable muestra de genialidad, de primera mano.

En este contexto, me gustaría que observaran cómo, a lo largo de la siguiente entrevista, consigo parecer alguien afable, incluso normal, en mi brevemente asumido papel de “joven majo, moderno y triunfador”. Nada más lejos de la realidad, por supuesto. Todo el mundo sabe que soy un octogenario millonario amargado sin nada que hacer excepto mostrarles la parte cruda y amarga de la existencia.

En fin, sin más que añadir, les emplazo a que pasen y VEAN.

23.1.07

Reciclaje


¿Se puede saber qué es ESTO?

22.1.07

El profesor Strüngen opina

Debido a su excelencia, seriedad y siempre nítido juicio, es para nosotros un honor presentarles una opinión del profesor Victor Strüngen, célebre en su momento, como sabrán, por rechazar el Nobel al considerarlo un galardón insuficiente y viciado.

¿ES EL CINE X UN ARTE?
Por Victor Strüngen, Experto en Todo.

Cine: técnica, arte e industria cinematográfica.

Pornografía: Carácter obsceno. Obra de este carácter.

Arte: Acto o facultad mediante los cuales, valiéndose de la materia, de la imagen o del sonido, imita o expresa el hombre lo material o lo inmaterial y crea copiando o fantaseando.

Muchos y convencidos son los defensores de la concurrencia cualitativa del fenómeno afrodisíaco en las fórmulas habituales del proceso cinematográfico, permitiéndose incluso manipular los mismos instrumentos de análisis que suelen destinarse al estudio de la filmología convencional, incluidas las taxonomías autorales, más propias de elevadas conclusiones teóricas con implicaciones en los contextos político y social.
    Empero, en todo estudio contrario a una tendencia ha de adyacer un motivo fundamentado que posibilite la detracción, máxime cuando nuestro objeto de crítica cumple estrictamente los tres axiomas de que consta la cuestión propositiva inicial. En efecto, el estudio de las mutuas relaciones genéricas a través del decurso historiográfico del fenómeno de la kinesis imaginaria, arroja un rédito indudablemente proporcional en lo formalista: el género referido ha transitado paralelo, en estilo y formas, al resto de estilísticas de filmación a lo largo de la historia del hecho cinematográfico. No habría a priori ningún recurso estético impropio, dado que la gramática del filme ha sido empleada en ambos casos de forma más o menos reprochable, pero siempre correcta y apropiada según los cánones de representación desarrollados en los primeros años de existencia efectiva del cinematógrafo. Tampoco el corpus temático habría de ser objeto de rechazo por su mera naturaleza: ya desde el distinguido período de la Grecia Clásica, autores literarios de excelsa referencia crítica eran proclives a retorizar las facultades catárquicas de la confrontación intergenérica.

        Durante un largo periodo de mi estudio, tuve por seguro que el principal estigma de discordia consistía en la insólita y desconcertante irrupción en la narración lineal, de aquellas escenas en las que era efectivo el apareamiento. Con una media oscilatoria de 15 a 20 minutos por avatar, el periplo maestro de la acción se veía radicalmente desplazado en una media de 4 a 6 lapsos, en una estrategia cognitiva que convertía la gratuita e indiscriminada mostración del acto en la principal beneficiaria, valiéndose de diálogos deliberadamente improvisados, y extremando las cualidades del denominado montaje invisible en la configuración de un simulacro de tiempo cuasi-real. No obstante, esta teoría dio al traste, al resolver que son varios los ejemplos de la misma senda narrativa en el cine llamado de espectáculo, como es el caso del hecho destructivo y otras formas de digresión que ahondan en lo discreto de los hábitos perceptivos humanos del mismo modo que una obra pictórica permite la detención del tiempo-espacio en una admisión indefinida del proceso dialógico artístico. Asimismo no resulta reprochable la improvisación en el diálogo, en tanto que muchas soluciones de la dramaturgia vanguardista se definen por claves interactivas que dan lugar a similares formas de declamación.

        ¿Cuál había de ser, por tanto, la cualidad diferenciadora? ¿Quizá el escaso cuidado en la estructuración del guión? Películas con guiones deficientes han alcanzado la categoría de obras maestras. ¿Acaso la nulidad en la disciplina escénica de los intérpretes? El cinema convencional es pródigo en ejemplos, muchos de ellos meritorios de prestigiosos galardones, que superan con creces su incompetencia dramática. ¿Recursos que rompen la relación paralela de la diégesis con el espectador? La mirada a cámara ya existía en el género cómico desde el celuloide mudo, y sería readaptada a la evolución sistémica de los nuevos cines. ¿Exclusiva confianza en los instintos atávicos de la audiencia? También las narrativas cinematográficas tradicionales emplean herramientas que evocan indefectiblemente los instintos primarios de autoconservación. Sin duda la situación planteaba un serio dilema epistémico, que hacía obligatorio redefinir los preceptos metodológicos básicos que permitieran una formulación estructuralista de la tesis.

            Tras años de estudio intensivo, llegué a la conclusión de que la respuesta era mucho más compleja, y directamente relativa a las formas de convención que hacen posibles los procesos afectivos de la filmología: continuando una cadena deductiva, diríase que las primeras muestras considerables del género estudiado pertenecen a los años comprendidos entre 1970 y 1980, década que en lo histórico supuso la consolidación de cambios definitivos en el concepto de lo social. Por tanto, estudiamos en efecto un género particularmente reciente en su sintáctica y sus distintas estrategias de significación. Así pues, la solución no había de estar en el análisis inmediato, sino en el prospectivo. Esto nos conduce a una cuestión fundamental:

            ¿QUÉ OCURRIRÁ CUANDO MUERAN LOS INTÉRPRETES DEL CINE X?

            No me refiero, desde luego, a defunciones puntuales, que a lo sumo, en su carácter diferenciador, suelen elevar al individuo a la categoría de mito, sino a la desaparición masiva de los profesionales de este sector.

            He aquí el punto distintivo fundamental. En ningún otro género cinematográfico es especialmente significativo que el actor o actriz que encarna a un determinado personaje de ficción no exista en una fracción real, ajena al contenido diegético del filme. ¿Pero provocaría la misma reacción una escena de naturaleza íntima y explícita, si se diera la coyuntura de que sus intérpretes yacen bajo tierra? ¿Puede un avatar sicalíptico ocasionar la requerida proactividad, si acontece que sus protagonistas son ya únicamente pasto para los gusanos? ¿Si sólo queda de cada uno de ellos un supurante cadáver con los rasgos deformados por la descomposición, cuyos harapos cubren una desnudez monstruosa y putrefacta, que sirve de albergue a un puñado de vísceras parcialmente devoradas por todo tipo de larvas y tenias? ¿Acaso no crearía este hecho una barrera perceptiva insalvable, que invalidaría toda la cinematografía de clase X como forma de arte, sumiéndola en la clasificación de vano y fugaz divertimento?

            Dejo estas cuestiones para la reflexión.

                  19.1.07

                  Breve Historia del Cine Español

                  Una vez un señor dijo: voy a invertir.

                    100 años después... no.

                    11.1.07

                    Amor cortés

                      "Tus cabellos son del Sol,
                      tus dientes perlas de oriente,
                      tus pechos plata luciente,
                      tus mejillas arrebol.
                      Del alba rubíes tu boca,
                      tus ojos no son distintos
                      de esmeraldas y jacintos,
                      en cristal tu frente toca."