15.1.08

Tan sencillo

Estimado Jefe de Recursos Humanos de la Empresa que Sea,

Como supondrá, esta carta de presentación adjunta al currículum es exactamente igual a todas las que remito a otras empresas, así que espero que no se sienta molesto si no la personalizo en absoluto. De la misma forma, como está claro que no sirve de nada escribir formalmente una carta como esta, optaré por pasarme la formalidad por el mismo ojal. ¿Contento?

Pues esto no es nada. Mi currículum, como habrá comprobado, es la santísima hostia. Probablemente mucho mejor que el suyo, a pesar de lo cual para lo único que servirá es para que usted y sus amigotes se mofen de la cara de panoli que llevo en la foto. Supongo que para entrar en su empresa tendría que tirarme a su hija, hacerle un bombo quizá, y una vez bien enganchada, pedir un puesto vitalicio y tener la barriga llena para los restos mientras me zumbo a las tías que me apetezca, cuanto más viciosas mejor. Eso sí sería vida. La otra opción sería comerle la polla al Director General, algo que probablemente usted haya hecho ya más de una vez para conservar el puesto, pero no tomaré ese camino, porque no soy un mierda despreciable como usted, don “Jefe de Recursos Humanos”.

Haga con esta puta basura lo que le salga de los cojones. Eso sí, si a cambio de esta carta recibo una respuesta formal asegurándome que me tendrán en cuenta para futuros procesos de selección, le garantizo que iré allí y le quitaré la vida con mis propias manos sin despeinarme un solo pelo.

Que le jodan.

Fdo.:

El cabrón de la foto.