3.6.07

Las abuelas

Querido amigo nuestro, que lo es. Hoy le extraemos de su esforzada rutina para hacerle reflexionar sobre un tema primordial: Las abuelas.

¡Ah, qué sería de nosotros sin las abuelas! Esas adorables ancianas que depositan en nosotros su afecto generoso, sus arraigadas conductas de entrega, su persistente vocación de maternidad…

Las abuelas están muy bien, qué duda cabe. No obstante, nunca se han caracterizado por ser un regalo para la vista. Aún en las oxidadas cajas de latón podemos encontrar multitud de fotografías que dan fe de su ya perdida juventud, pero incluso en éstas su lozanía suele hallarse encorsetada, escondida tras los espesos ropajes propios de un pasado deprimente y oscuro.

¡Hoy, nuestro equipo de especialistas puede hacer su sueño realidad! Gracias a los últimos avances en cirugía estética, usted puede contemplar actualmente a su abuela en el esplendor de toda la juvenil exuberancia que atesoró en sus tiempos. Tan sólo necesitamos una foto de aquel período, y en apenas unas horas convertiremos a su abuela en la señorita estupenda que en su día fue. Comprueben con sus propios ojos dos de nuestros flamantes casos:

Doña Ricarda era una señora resignada. “Nunca pensé que volvería a lucir este cuerpo que Dios me ha dado”, enuncia, transida de evocadora nostalgia. “Pero gracias a mi nieto, aunque no estoy en edad de merecer, he vuelto a ser guapa moza… ¡hasta los zagales me piropean por la calle!”

El caso de doña Esperanza no es menos portentoso: “Hay que ver lo que son las modernidades”, sentencia casi incrédula. “¿Quién me iba a decir a mí que a mis 84 años iba a ser la envidia de las veinteañeras de mi pueblo? A todas les quito el novio, ¡me lo paso de bien! A propósito, ¿quiere un caramelito de menta?”

¿A qué espera para hacer de su abuela una belleza de las de antes? Llámenos ahora y pida cita en cualquiera de las sucursales que mantenemos abiertas en todo el territorio nacional.

Y recuerde siempre que su abuela también fue mujer.

6 comentarios:

Kelzor dijo...

Recuerdeme que le pase cierto documento, extraído del correo publicitario de una residencia de la tercera edad, sobre edredones "gratis".

Anónimo dijo...

"Recuerde siempre que su abuela también fue mujer."

¡Grandioso! En seguida traeré a las abuelas de mis amigos para que pasen por ese servicio. Ahora no sólo comeré estupendas fabadas y arroces, sino que encima dejaré que mi vista disfrute un buen rato.

PD: ¿Otro artículo excusa para poner mujeres en paños menores? se agradece.

Chespiro dijo...

Qué bien, un topic que hace que uno se sienta como un auténtico pervertido (otra vez) al desear libidinosamente a su abuela (otra vez).
Caray, cómo está doña Esperanza.

Juanjo Iglesias dijo...

Se equivoca, Gorzas: no utilizo el artículo como excusa para mostrar mujeres semidesnudas, porque para mostrarlas no es necesaria excusa alguna. Si no, dese un paseo por la red...

En efecto, amigo Chespiro: como suele decirse, doña Esperanza está COMO QUIERE.

Pedro dijo...

Mis dos abuelas murieron.
Alguna solución?
gracias desde el fondo de mi corazón.

Dani Lebowski dijo...

Esto post es totalmente ¡MATURE!